LA MUERTE DE SENECA
El magistrado Silvano fue encargado para dar una noticia al pensador pero como el filósofo era uno de los conspirados y el encargado expresaba indignación por él, otro magistrado fue enviado para darle la información de parte del César: que de un notable como Séneca se esperaba que no opte por esperar su condena, sino que se quitara la vida debido a su sentencia a muerte. Cuando Séneca percibió la nota, lo tomó con tranquilidad y solicitó una autorización para que pueda redactar un testamento pero lo rechazaron ya que la norma sospechaba que lo beneficios del magistrado llegaran al patrimonio central. Séneca sabía que Nerón no tendría piedad de él, por eso se cortó sus extremidades. De ahí, su médico le entregó cicuta, lo ingirió pero no tuvo efectos. Hasta que le pidió a su doctor que lo enviara a los baños vaporizados donde perdió a vida asfixiado.
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